Davallia: cultivo de helecho pata de conejo

El helecho Davallia también se llama helecho de pie de conejo o araña por los rizomas que la componen. Estos últimos son gateantes, especialmente peludos y de color marrón o gris. En estado salvaje, el helecho pata de conejo suele crecer en los huecos de los árboles. Efectivamente, Davallia son especies epífitas, es decir, que no necesitan estar especialmente en el suelo. Las hojas, llamadas frondas, son muy verdes y miden entre 30 y 60 centímetros. Descubra cómo cultivar Davallia, el helecho pata de conejo.

¿Cuándo y cómo se cultiva el helecho pata de conejo?

Lo mejor es plantar Davallia durante otoño, pero también se pueden plantar en primavera. En cuanto a la ubicación, si el helecho reside en el interior se puede cultivar en maceta sobre un plato lleno de piedras y cortezas. También es una planta que va a ir muy bien en suspensión.

Durante el invierno, en un apartamento o en una terraza, la Davallia mantendrá sus hojas muy verdes si la temperatura es constante. La planta debe estar bien expuesta en la luz y más bien cálido. La temperatura ideal es entre 15 y 25 °C.

Mantenimiento de la Davallia

El helecho pata de conejo no requiere tratamiento específico. El único punto de atención es la temperatura, que sin duda no debería descender de los 13 °C. También evite la proximidad a las ventanas cuando hace frío, esto lo hará amarillo sus frondas.

El riego debe ser regular y preferiblemente con agua baja de cal. Tenga cuidado, sin embargo, de regar sólo el suelo y no los rizomas, ya que corren el riesgo pudrirse. Entre marzo y septiembre, riego dos veces por semana por capilaridad es suficiente. Durante el resto del año, el riego se reduce a dos veces al mes.

Recuerde vaciar el plato en caso de agua estancada. Además, si la planta está en el interior y hace mucho calor, es posible humedecer sus hojas con un pulverizador.

el trasplante se realiza cada 4 o 5 años cuando sea necesario.

Parásitos y enfermedades potenciales

Más bien resistente a las plagas, este helecho puede, sin embargo, sufrir de moho que provocará una coloración rojiza de las frondas y se secará progresivamente la planta. Las cochinas pueden atacarla como otras muchas plantas de interior. Se identifican por grupos blancos en el follaje y debilitan la planta chupando la savia.